Mousse de chocolate crocante

Ingredientes:

Azúcar

Nueces

Yemas

Claras

Leche

Chocolate

Crema chantillí

Manteca


Coloque en una sartén 120 gramos de azúcar, remójela con 6 cuchara­das de agua y llévela a fuego fuerte. Cuando note que los bordes comien­zan a derretirse, mueva la sartén para fundir el resto. Ayúdese con una cuchara, revolviendo todo hasta que el azúcar esté convertida en caramelo... ¡sin que se queme!


Agréguele 80 gramos de nueces picadas, mezcle y vuelque sobre la mesa bien enmantecada.

Deje entibiar el crocante y despéguelo de la mesa dándolo vuelta con una espátula. Espere a que se enfríe y se endurezca. Rompa el crocante en tro­zos y tritúrelos con el palo de amasar. Póngalo en un bol y mézclele 30 gramos de manteca blanda.


Enmanteque un molde rectangular de 22 centí­metros de largo y adhié­rale el crocante en el fondo y en los costados. Reserve en la heladera.


Por otro lado, bata 300 gramos de manteca blan­da con 200 gramos de azúcar, hasta que esté bien cremosa. Agréguele 4 yemas de a una por vez, batiendo bien des­pués de cada adición.


Incorpórele ahora 225 gramos de chocolate rallado y disuelto en un poquito de leche hirviendo (déjelo entibiar antes de incorporarlo al batido de manteca). Únale suave­mente 4 claras previa­mente batidas a nieve.


Vierta la preparación de chocolate en el molde forrado con el crocante y estacione en el freezer hasta que esté bien firme.


Desmolde la mousse en una fuente y sírvala así nomás... ¡desnudita!, o invéntele el adorno que quiera con chocolate o con crema chantillí.

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